miércoles, 23 de mayo de 2007

CRONICAS SEVILLANAS CONGRESO CES (4)

XI Congreso de la

Confederación Europea de Sindicatos (CES)

Sevilla, 21 a 24 de mayo 2004

Tercero y penúltimo día del XI Congreso

Puntos 3º y 4º del Programa de Acción: “Europa un espacio de diálogo social, de negociación colectiva y de participación de los trabajadores”, y “Una Unión europea con una gobernanza social, económica y medioambiental eficaz”

“Carta de la CES sobre integración de la dimensión de género en los sindicatos” y Mesa Redonda sobre la diferencia salarial hombres-mujeres

Intervención de Franz Münterfering, de la Presidencia de la UE, Vicecanciller y Ministro de Trabajo de Alemania

Puntos 3º y 4º del Programa de Acción

La presentación por parte del Secretariado de ambos puntos, estrechamente ligados, se centró en los derechos de intervención de los trabajadores a través de su organización colectiva, es decir el sindicato, como un elemento esencial de democracia en los centros de trabajo y de gobernanza social.

Su discusión en el punto 3º se vinculó a la de una resolución titulada “A la ofensiva en los salarios: hacia la igualdad”. En relación con los salarios, la dirección sindical europea señaló la importancia en este momento de la cuestión salarial como consecuencia de la presión empresarial. En algunos países europeos ésta se ha traducido en pérdidas del poder adquisitivo de los salarios, individual y colectivamente considerados, así como en grandes diferencias entre países y dentro de cada país entre colectivos según grupos profesionales, edad, género, modalidad contractual, país de procedencia, integración en la economía “formal” o “informal”, etc, originando fracturas en la clase trabajadora, nacional y supranacional, que exigen preocupación y respuesta sindical a fin de evitar la primacía de la insolidaridad y de los intereses corporativos de grupo, y para poder definir los intereses comunes que unen y fundamentan la solidaridad.

Plantea también el Secretariado de la CES la necesidad de luchar por mejoras salariales y apoyar la exigencia de salarios mínimos “decentes” en todos los países, y para todos los colectivos de la clase trabajadora, a través de las formas e instrumentos decididos por el sindicato de cada lugar (a través de leyes y/o a través de la negociación colectiva de país o sectorial).

La discusión se ha orientado de nuevo a recordarnos los problemas del movimiento sindical europeo y la difícil realidad derivada de la globalización, tanto en los temas salariales ahora abordados, como en los examinados ya en los días anteriores (desregulación, precariedad, ...). Cabe señalar sin embargo el olvido, en demasiadas intervenciones, de un elemento clave, presente en los títulos de estos puntos e imprescindible para pasar a la ofensiva en la acción y para lograr conquistas efectivas en el salario y en las condiciones de trabajo: la necesidad de extender los derechos de los trabajadores, de definir y conquistar nuevos derechos sindicales adecuados a la nueva realidad derivada de la propia globalización, de definir los estándares mínimos europeos a tal efecto y de encontrar las formas de acción y negociación para hacerlos posibles. En este sentido, del debate resultaron numerosas consideraciones sobre lo que deben hacer gobiernos y patronales, instituciones nacionales y europeas, pero menos propuestas en relación a los objetivos concretos de la acción sindical, a las formas para pelear por ellos a los diversos niveles en que se plantean.

Resultó también frecuente la afirmación del peligro que deriva del “dumping social”, referido tanto al ámbito del propio país como del mundo.

En la discusión se apuntaron problemas importantes para el movimiento sindical europeo. Diversos representantes sindicales de los países nórdicos reiteraron su oposición a la negociación colectiva europea, a convenios europeos de eficacia directa, y a un posible salario mínimo europeo aludido en alguna intervención. Tales intervenciones no se confrontaron sin embargo de forma directa con los textos del Programa de Acción (y de muchas enmiendas asumidas) que suponen un serio avance en relación con tales cuestiones en la lógica de una clase obrera europea con intereses comunes y solidarios.

Los compañeros nórdicos afirmaron que esos aspectos de la posible negociación supranacional les “perjudicaría en su negociación colectiva”, olvidando en mi opinión lo que ha sido una experiencia histórica del sindicalismo: la necesidad de los colectivos cuyas condiciones pueden considerarse más avanzadas, en un momento determinado, de no quedar aislados para poder afrontar el chantaje empresarial expresado en la referencia a otros colectivos en peores condiciones. La solidaridad más amplia, de interés para todos, es además la única forma para hacer frente con eficacia al dumping social (1).

En el curso del debate Ignacio Fernández Toxo (2), Secretario de Acción Sindical y Políticas sectoriales de CC.OO., señaló el enriquecimiento del texto que suponen las enmiendas aceptadas y la necesidad de hacer frente a los intentos de revisión de la estrategia de Lisboa que suponen diversas iniciativas de la Comisión Europea, sobre todo desde 2005. Apuntó a la importancia del reforzamiento de la acción conjunta de las diversas federaciones sindicales europeas y a la necesidad de lograr un marco energético europeo al servicio de una política industrial europea.

Por su parte Reinhard Reibsch, Secretario General de la Federación Sindical Europea EMCEF, señaló que para avanzar en la innovación, condición indispensable para una efectiva política industrial europea, es necesario desarrollar la colaboración entre las diversas federaciones sindicales de industria, particularmente desde la EMCEF con las del metal y del textil-confección-cuero, también con la CES, para la defensa de más puestos de trabajo de calidad y para conseguir un desarrollo industrial sostenible desde la perspectiva social y ecológica. Señaló que sólo así podrá pasarse sindicalmente a la ofensiva, superando situaciones y actitudes que pueden considerarse defensivas, contribuyendo con ello a la defensa del modelo social europeo.

En relación con estos capítulos merece señalarse que el Secretariado asumió la mayoría de enmiendas presentadas por nuestra Confederación de CC.OO., en las que hemos participado activamente desde FITEQA. Ha sido también asumida una enmienda inicialmente rechazada, relativa a la estrecha relación existente entre la defensa del modelo social europeo y la defensa de los derechos del trabajo en toda la cadena de producción de las multinacionales, hasta el último eslabón de sus filiales, subcontratas y proveedores.

Con todas las incorporaciones señaladas, los capítulos 3º y 4º del Programa de Acción han sido aprobados, así como la declaración sobre política salarial.

La acción sindical contra la discriminación de género

Se ha abordado a través de la discusión de un documento, titulado “Carta de la CES sobre la integración de la dimensión de género en los sindicatos”, y una Mesa Redonda sobre las diferencias salariales. Punto de partida para su discusión ha sido la presentación de las estadísticas que señalan que las diferencias salariales promedio en la Unión Europea entre hombres y mujeres son del 15%, entre un 4% de Malta y un 25% de Chipre. Países tradicionalmente considerados como avanzados en este terreno, como los países nórdicos, presentan diferencias del orden del 20%.

La discusión de este punto ha puesto de manifiesto tanto las dificultades efectivas para avanzar en este terreno, más allá de las proclamas en nuestras reuniones, como la indudable influencia de aspectos sociales y culturales que suponen una diferente repercusión en hombres y mujeres, como son la aplicación de l conciliación de la vida laboral y familiar, su repercusión en la aplicación del trabajo a tiempo parcial, en los procesos de formación y promoción, en las repercusiones en las cotizaciones sociales y luego en las pensiones, ... Las diferencias en los porcentajes de mujeres en: composición de la clase trabajadora, afiliación sindical, composición de los órganos de dirección sindical en los diversos niveles, y delegaciones a Congresos, se señalaron como expresión del mismo problema, aunque su plasmación no sea homogénea entre las diversas organizaciones de la CES.

En este punto intervino Valeria Fedeli (3), Presidenta de la Federación sindical Europea del Textil-Confección-Cuero. Señaló que la batalla contra la discriminación de la mujer en la sociedad y en el trabajo es una condición necesaria para el desarrollo responsable, para el desarrollo éticamente sostenible y terminó recordándonos que el año próximo se cumplirán 100 años del incendio de la fábrica de Chicago y de la extraordinaria manifestación de Nueva York reclamando “pan y rosas”, y que el 2010 será el centenario del Congreso de la Internacional Socialista que estableció el 8 de marzo como día mundial de lucha en memoria de aquellos acontecimientos y como día internacional de la mujer, de sus condiciones de trabajo y de vida.

Intervención de Franz Münterfering

Este exdirigente sindical de la IG-Metal fue presentado al Congreso como lo que es hoy: Vicepresidente de la Unión Europea (en este semestre de Presidencia alemana), Vicecanciller y Ministro de Trabajo de Alemania. Su aplaudida intervención expresó su total coincidencia con los objetivos sindicales de este Congreso de la CES, apuntando acertadamente a los problemas más importantes a los que nos enfrentamos. Quizás hubiera sido sin embargo más interesante que, desde su actual responsabilidad, nos hubiera ayudado a situar los elementos de las evidentes contradicciones entre el sindicalismo europeo y la Comisión Europa, así como nos hubiera presentado las iniciativas de la Presidencia de turno europea al respecto.

Resoluciones aprobadas. Presentación de una sobre la “Carta de Derechos Fundamentales”

Además de las declaraciones y resoluciones ya mencionadas, el Congreso ha aprobado una presentada por la Confederación Europea de Policía, en la que, después de expresar su satisfacción por la aprobación por parte del Gobierno español de dos proyectos legislativos de reforma del estatuto de la Guardia Civil, expresa su solidaridad con la manifestación de guardia civiles del 20 de enero e insta al Gobierno español a llevar plenamente a la práctica sus promesas electorales, promover la reforma de la Guardia Civil, abolir la aplicación a ella de la jurisdicción militar y mejorar sus condiciones de trabajo.

Se ha presentado además al Congreso una importante propuesta de “Declaración urgente sobre la Carta de Derechos Fundamentales”, relativa al impasse europeo en relación con el Tratado Constitucional y algunas propuestas de algunos Gobiernos para reducir el contenido y la entidad de la Carta de Derechos Fundamentales.

En el día de mañana, último del Congreso, se cerrarán todos los debates pendientes con la discusión del “Manifiesto de Sevilla”, a la vez que está prevista la intervención entre otros del Ministro de Trabajo español, Jesús Caldera.

Sevilla, 24 de mayo de 2007

Secretaría de Acción Sindical Internacional de FITEQA-CC.OO.




(1) A no ser que se pretendiera acudir a medidas proteccionistas, a las que nadie apeló expresamente.

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