Después de que, hace unos días, el
diputado Tardá del Parlamento español por ERC, afirmara que “no ha
habido ni la capacidad ni la voluntad de implementar la república proclamada …”
y añadiera que “no había mayoría social por la república…”, preclaras figuras
del independentismo se despachan con otras. Veamos:
- Puigdemont afirma
que “estoy dispuesto y siempre lo he estado a aceptar la realidad de
otra (diferente de la independencia) relación con España”.
·
Sergi Sabriá, portavoz de
ERC: “El Govern (de la Generalitat) no estaba preparado para desarrollar la
república”.
·
Carla Ponsetí, exconsejera
de Enseñanza de la Generalitat: “El Ejecutivo catalán no estaba a punto para
dar continuidad política de forma sólida a los resultados del 1-O”
Y todo ello sin autocrítica alguna, sin
pedir perdón al pueblo de Catalunya por su aventurerismo y engaños, a los 2
millones de catalanes que les creyeron, al casi millón que se manifestaron el
pasado sábado detrás de una pancarta que decía “Més República” (¿más?, ¿a
partir de cuánta?).
¡Ignorantes!,
¡irresponsables!, “¡sinvergüezas!. Aunque quizás el también diputado del
Parlamento español Rufián, también de ERC, considere que estos adjetivos son
demasiado suaves, a mí me resultan suficientes.
No creo (prefiero no creer) que los 3
adjetivos puedan aplicarse a Ada Colau
cuando, para justificar la ruptura con los socialistas en el gobierno municipal
de Barcelona (con el voto del 54,18% de los que emitieron opinión, es decir el
21,6% del censo de los afiliados a “los comunes”), afirma que a los políticos
por la independencia y la república debe juzgarles el pueblo de Catalunya.
Aunque para los que creemos en la división de poderes la “justicia popular”
plantea algunos reparos, quisiera recordarle a nuestra alcaldesa de Barcelona
que se olvida de que quien ha decidido consultar al pueblo de Catalunya no ha
sido Puigdemont (que podía haber
convocado las elecciones), ¡sino Rajoy!
¡Cosas veredes!
Aunque para corregir el rumbo ahí está el
21-D. Mucho nos jugamos ese día.
Isidor:continuas tan preciso, contundente y audaz como siempre.un abrazo
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