lunes, 16 de mayo de 2011

Congreso CES - Crónicas Atenienses - 1

Esta mañana comenzó el 12º Congreso de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) con 501 delegados/as (de ellos/as 212 mujeres) de 36 países y unos 200 invitados/observadores, uno de ellos el que suscribe, en la delegación de la Federación Sindical Europea del Textil-Confección-Cuero.


Celebrar éste Congreso en Grecia era, es, una expresión de solidaridad con los trabajadores y el pueblo griego, con los sindicalistas de este hermoso país. No parece sin embargo que todos lo hayan apreciado así. Al dirigirme al local donde se celebraba, la primera referencia al Congreso que he visto han sido abundantes carteles con el mensaje siguiente: “CES – ETUC- BUREAUCRATS GO HOME” firmado “PAME All Workers Militant Front”. Luego algunas decenas de personas, que llegaron más tarde que yo, se instalaron ante la puerta con gritos similares. Luego, al inicio de la reunión llegó la noticia de que el Alcalde de Atenas que había comprometido su presencia, anunciaba su imposibilidad de dirigir un saludo al Congreso por dificultades imprevistas. Tampoco asistió ningún otro representante de las Administraciones Públicas del país. Sí lo hicieron sin embargo los Presidentes de los dos sindicatos más importantes del país, la GSEE (Confederación General de Trabajadores de Grecia) y la ADEDY (Sindicatos de Funcionarios Civiles), los que han convocado 8 Huelgas Generales en 2010 y 2 en 2011, la última el pasado 11 de mayo.



DEL PESIMISMO A UNA CIERTA ESPERANZA



Después de mis primeras referencias sobre el Congreso, plasmadas en este blog en: http://iboix.blogspot.com/2011/04/congreso-ces-cronicas-preatenienses-2.html y http://iboix.blogspot.com/2011/05/congreso-ces-cronicas-preatenienses-3.html, iba más pesimista de lo que en ellas reflejaba como consecuencia de la lectura de las enmiendas presentadas y del juego de aceptación y rechazo por parte del Secretariado, así como del procedimiento de decisión previsto, aplicado en una enmienda de CCOO y al que luego me referiré.



De hecho el meollo de mi preocupación esencial radica en la significación de la identidad europea en general y sindical en particular, partiendo de mi idea de que solamente desde una posición claramente europeísta puede el sindicalismo defender, y desarrollar, el modelo social europeo en la nueva realidad generada por la crisis. Y ello porque sólo con objetivos comunes conscientemente asumidos es posible desarrollar la movilización colectiva que los haga posibles porque a la fuerza de las razones todo colectivo social debe incorporar la razón que le proporciona su fuerza. Lo cierto es que pienso que esto no está claro en el colectivo de los sindicatos europeos y tampoco en las personas determinantes de las estructuras de la CES. Para éstas probablemente lo estarían individualmente preguntadas, pero no se atreven a ejercer la función dirigente sobre un tema que consideran demasiado complicado y ante el cual es evidente que no existe unanimidad, pero seguramente sí hay mayorías claras que, en todo, caso habría que comprobar.




EMPIEZO PUES POR EL OPTIMISMO, para explicar luego el porqué del todavía pesimismo.


Al Congreso se ha presentado una propuesta para lanzar una campaña de la CES “contra del dumping salarial y social en Europa” titulada “Igualdad de salarios – igualdad de derechos”, elaborada por la DGB alemana en un texto común suscrito conjuntamente por la DGB alemana y los sindicatos franceses CFDT, CFTC, CGT, FO y UNAS, de título suficientemente significativo, pero que luego ha sido mejor explicado por las intervenciones de Bernard Thibault, Secretario General de la CGT francesa y por la portavoz de la DGB. Thibault ha planteado con claridad que hay que pasar de la actual etapa de reivindicaciones europeas separadas y coordinadas, a la de reivindicaciones claramente europeas y a una movilización europea en torno a ellas, como un proceso que debe llevar a un “mercado del trabajo común” europeo. No creo que sean las ganas lo que me lleva a pensar que por ahí hemos de avanzar en una nueva etapa. Llegué a Atenas pensando que era imposible, ahora ya no porque junto a las necesidades objetivas empiezan, parece, a haber convicciones (subjetivas) para abordarlo.





LAS CAUSAS DEL PESIMISMO


Varias son las cuestiones que lo motivan:



1. Una enmienda al Programa de Acción presentada por el sindicato danés, LO-D, y otra en el mismo sentido presentada por el conjunto de los sindicatos nórdicos, ambas aceptadas por el Secretariado y luego por el Congreso, proponen suprimir lo siguiente: “La gobernanza económica también debería significar que los mercados laborales en toda Europa (en consonancia con las características específicas de sus sistemas de relaciones industriales nacionales) establezcan suelos de salario mínimo por debajo de los cuales los salarios no pueden caer …”. El texto suprimido por las enmiendas suponía una reivindicación de un salario mínimo europeo con la fórmula de "suelos", con un plural de necesaria discusión si se hubiera aceptado el texto original. Por otra parte, ésta es una cuestión que, se quiera o no se quiera entender, es necesario abordar en el marco de la campaña propuesta por los sindicatos franco-alemanes. También por otros párrafos del propio documento y que se discutirán en los próximos días, por lo que volveré sobre el tema.




2. Se han aceptado enmiendas de CCOO que mejoraban el texto presentado sin cuestionar su sentido, pero se ha rechazado una enmienda presentada por CCOO, y otra conjuntamente con UGT, que proponían que en la gobernanza económica europea no se reivindicará solamente la “armonización de la base del impuesto de sociedades” sino “la armonización fiscal”.


3. Significativo de cómo funciona aún la CES es que el portavoz de CCOO, Javier Doz, ha pedido que se votara específicamente esta enmienda y la Presidenta, amparándose en acuerdos anteriores del CE asumidos por el Congreso, ha puesto a votación en un solo acto todo el bloque de puntos hoy discutidos, sin mencionar esta enmienda ni dar respuesta a la propuesta formal de CCOO.


4. Tampoco ha sido aceptada otra enmienda de CCOO que frente a los planteamientos antisociales de la Comisión Europea planteaba la necesidad de combatirlos con la acción sindical colectiva, pero sin abrir la puerta al antieuropeismo.



5. Se había rechazado por el Secretariado una enmienda de UGT que proponía la “equiparación de los derechos de los inmigrantes” que el Congreso no ha recuperado, lo que nadie ha reclamado.



6. Se han producido en todo el debate frecuentas afirmaciones, por parte de los sindicatos nórdicos, reafirmando el marco de negociación colectiva nacional, contraponiéndolo a la posible apertura de ámbitos de diálogo social europeo o a las tentaciones de éste de transformarse en negociación colectiva transnacional. En este sentido se han asumido algunas enmiendas de matiz y se han rechazado las que pretendían reforzar el ámbito de interlocución europeo. Un argumento para ello ha sido que la Comisión Europea pretende en este momento mediatizar la negociación colectiva de cada país a través de su presión sobre los salarios, olvidando que no es demasiado distinto de las propuestas patronales en cada lugar, sin contraponerle la siempre necesaria respuesta de acción sindical. Y ésta, si se trata de una actitud de ámbito europeo, debería ser también conscientemente del mismo ámbito.



7. Significativa en este sentido ha sido también la intervención del sindicato noruego afirmando “los riesgos de la libertad de circulación” en Europa.



8. Ha resultado reiterado en las intervenciones más autorizadas (Presidenta, Secretario General, video resumen de los últimos 4 años), referirse a las movilizaciones de estos 4 años, las euromanifestaciones, como expresiones totalmente positivas y satisfactorias, sin una sola mención a la Jornada del 29 de Septiembre pasado, convocada por la CES y en la que en España convocamos Huelga General, y sin un análisis de la dispersión en el tiempo y sobre todo en los contenidos de las movilizaciones europeas, entre ellas las 10 huelgas Generales de Grecia.


9. Como expresión de esta actitud, demsiado frecuente en el sindicalismo, los argumentos escritos y los explicados se orientan fundamentalmente a reiterar lo que nuestros expertos creen que deberían hacer la Comisión Europea, los gobiernos, también los bancos, pero muy poco decimos sobre lo que deberíamos hacer nosotros para que nos hagan caso, alo que se añade una escasa o nula reflexión sobre el porqué del escaso resultado de las movilizaciones sindicales hasta ahora producidas.



OTROS ASPECTOS DE LA PRIMERA JORNADA DEL CONGRESO


1.- Se ha realizado una interesante mesa redonda en la que el eje del debate ha sido el tema de los "eurobonos" como una propuesta sindical (que se ha mantenido a pesar de la oposición de los sindicatos nórdicos), con la participación del Director de la patronal europea BusinessEurope.


2.- Entre los saludos se ha producido el protocolario, sin entrar a debatir argumentos sindicales, de la Vicepresidenta de la Comisión Europea Viviane Reding.


3.- Creo que debe mencionarse que, a pesar de la fuerte división sindical en Italia, los tres sindicatos italianos han tenido una intervención conjunta en loso debates.


4.- Y para cerrar esta primera jornada se ha concedido a Jacques Delors el primer galardón de la CES en reconocimiento de sus aportaciones en la defensa de la Europa Social.



Ha sido una primera jornada del Congreso que en mi opinión resume bastante lo que puede esperarse del mismo, aunque seguiremos aún tres jornadas más de las que dejaré aquí plasmadas mis impresiones.

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