La definitiva inhabilitación judicial de Quim Torra como Presidente de la Generalitat ha significado de hecho la convocatoria formal en breve plazo de las elecciones autonómicas de Catalunya y de la correspondiente campaña electoral, aunque de hecho estamos en precampaña desde principios de año. Un largo proceso que sin embargo no se ha traducido aún en programas formales a someter al voto de la ciudadanía de Catalunya. Me permito por ello formular en voz alta y a título personal una opinión, sugerencia o propuesta, a los partidos políticos progresistas, entendiendo por tales a los que integran la coalición de gobierno de España. Porque PSOE y UP tienen presencia política en Catalunya a través de, o desde, PSC y Comuns.
En estas elecciones autonómicas catalanas
los partidos de la coalición de gobierno de España van evidentemente a competir
entre sí, con un espacio de voto en disputa directa, lo que podría llevar a la
idea, errónea en mi opinión, de que lo esencial ahora sería establecer y
explicar en qué se diferencian y, por ello, no sería posible lo que ahora
sugiero. Creo que se trataría de una reflexión que abordaría sólo parcialmente
lo que ahora se dirime, y quizás no lo esencial de lo que ahora se dirime.
Primero porque mientras compiten en Catalunya siguen gobernando conjuntamente
en España. Pero, sobre todo, porque su actual proyecto común español debe tener
una concreta traducción en Catalunya, es decir en el proyecto de acción
política y de propuesta de gobierno catalán a proponer a la ciudadanía, complementariamente
a las particulares y autónomas iniciativas de cada una. Si es así, como creo,
las elecciones autonómicas son una muy oportuna ocasión para explicitarlo.
Por ello propongo que se asuma como
propuesta para la campaña, y ya desde la precampaña, de las autonómicas
catalanas:
Que ambos partidos, PSC y Comuns,
incluyan en sus propuestas electorales UN APARTADO IDÉNTICO de propuesta
política, de PROGRAMA COMÚN PROGRESISTA para el GOBIERNO AUTONÓMICO CATALÁN,
que exprese cómo entienden ambos que el proyecto estatal debe desarrollarse en
Catalunya y cómo desde Catalunya hay que contribuir a la aplicación global del
proyecto político estatal.
Evidentemente esta parte común de
sus dos propuestas (no “un programa común de las izquierdas”) acompañaría los
programas propios, a corto, medio y largo plazo, con todas las diferencias que
resultan de dos propuestas estratégicas supuestamente distintas. Con la única
condición de la exigible seriedad y responsabilidad, es decir que las
propuestas propias, no coincidentes, no deberían contradecir la parte común de
sus programas electorales para la acción política inmediata en Catalunya en el
marco de la acción política estatal española.
Este esquema de programa, y de campaña,
creo que fomentaría la participación y contribuiría a reducir el absentismo,
particularmente entre los sectores de la sociedad catalana que en muchas
ocasiones se han abstenido en las elecciones autonómicas por entender,
erróneamente, que éstas no iban con ellos, por lo que hemos visto repetidamente
como el centro de gravedad de las elecciones generales se desplazaba en las
autonómicas hacia territorio nacionalista, independentista en las últimas
convocatorias. Y las encuestas, no s olvide, apuntan de nuevo a una posible
abstención estimulada además por el cansancio que provoca el “procés”.
Se trataría en definitiva de acentuar lo
que es un elemento de la política de ambas formaciones políticas: que su acción
política en Catalunya es una parte, necesaria y no secundaria, de su acción
política estatal.
Ello supondría abrir ya una expresa
negociación de ambas organizaciones para establecer este apartado común, algo
más que vagas referencias, integrado en su más amplio programa electoral. Una
parte también de sus actos electorales y, ¿por qué no?, algún acto específico
conjunto con el que presentar a la ciudadanía de Catalunya su común propuesta
vinculada a la acción política de la coalición progresista que gobierna España.
En todo caso, si ambas organizaciones, PSC y Comuns,
no pueden (o no quieren, o no se atreven) a ponerse de acuerdo sobre esta
posible parte común e idéntica de sus programas electorales, creo que se les
puede pedir, exigir, un esfuerzo para coincidir al máximo (y negociarlo por
ello, aunque no culminase en redactados idénticos) en sus respectivas
propuestas en relación con la política estatal y su estrecha interrelación con
la política catalana.
Entiendo el papel prioritario que en estas elecciones,
como en la vida política diaria, corresponde a los partidos políticos, pero,
precisamente por ello y de forma complementaria para ir estableciendo canales
de interrelación entre las organizaciones políticas y la ciudadanía, nos
corresponde a las ciudadanas y ciudadanos no rehuir nuestra individual
responsabilidad para proyectar propuestas sobre los canales de pública opinión,
para contribuir a establecer proyectos colectivos.
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