domingo, 31 de diciembre de 2017

¡¿¡ “Salario mínimo de ciudad”!?! Pisarello dixit

Esta última mañana de 2017 casi me ha despertado un amigo con una noticia importante de la que informa hoy La Vanguardia: el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello elegido en la lista de “los comunes”, “reitera el compromiso del Ayuntamiento para impulsar en lo que queda de mandato el salario mínimo de ciudad (1.000 €uros) …

Tras la sorpresa y el estupor y de haber comprobado que estamos a 31, no 28, de diciembre, y convencido de la necesidad de aumentar el salario mínimo, y también el medio, de los trabajadores españoles, me he planteado una primera pregunta: ¿Conoce Pisarello el sentido unitario y solidario del “salario mínimo”?

Y dándole algunas vueltas, unas más:

¿Tras su voto SI el 1-O, quizás Pisarello, con la proclamada república independiente de Catalunya, prepara ya la lucha por ciudad independiente de Barcelona?, ¿O para combatir la polución se intenta que tras la marcha de las sedes se deslocalicen también los centros de trabajo? ¿O para compensar cierta reducción del turismo se pretende un efecto llamada laboral? ¿O se trata de una ocurrencia para disputar los titulares a Rajoy con  su vuelta al 2015 para desearnos feliz 2106?

Pero como el tema no es una broma, me sigo preguntando:

¿Esta idea de los comunes ha sido consultada, o consensuada, con los sindicatos? ¿Tienen los sindicatos algo que decir el respecto, o lo incorporarán ahora a su plataforma reivindicativa para 2018? ¿O es Pisarello el estratega y adelantado sindical de los comunes?  

Unas cuantas preguntas, algunas serias, para terminar el año. ¡Que 2018 nos sea más propicio! 


miércoles, 27 de diciembre de 2017

Res publica antes que República

Unas notas a pocos días del 21-D


Buena gestión de gobierno antes que la forma de gobierno. Éste debería haber sido el reto de las elecciones del 21-D, pero más ha de serlo ahora cuando ya se han realizado, y corresponde hacer política a partir de su resultado. Sin  olvidar lo que estas elecciones han sido: autonómicas en el marco de nuestra Constitución, la Constitución que democráticamente, tras conquistar la libertad contra el franquismo y sus herederos, nos dimos el 78, y que democráticamente, pero respetándola y aplicándola, podemos cambiar. Pero antes hay que hacer política cada día, día a día, gestionar las instituciones que en su aplicación nos vamos dando, entre ellas la Generalitat de Catalunya.

Se gobierna desde el gobierno, cierto, pero no debe olvidarse que mucho puede, y debería, incidir la acción social colectiva. Por otra parte, al 50%-50% político no corresponde (ni en cuantías ni en contenidos) un 50-50 social. Bueno sería no olvidarlo.

Compartiendo las consideraciones diarias que desde el 21-D ha ido haciendo mi amigo José Luis López Bulla, empecé estas notas con un intento de balance de los resultados del 21-D. Pero renuncio, aunque no del todo, y apunto algunas cosas:
·      Las izquierdas hemos fracasado. No sólo, o no tanto, por los resultados obtenidos, sino por no haber sabido convencer a amplios sectores de las clases populares, particularmente de la clase trabajadora, de las falacias (históricas y actuales) del nacional-independentismo, por no haber afirmado con suficiente convicción la unidad y solidaridad que resulta de nuestro común combate durante años en el conjunto de España, por no haber sabido o querido colocar en primera línea la respuesta a las reivindicaciones relativas a las cosas de comer.
·       Las derechas, nacionalistas y unionistas han ganado cada una en su ámbito, con una recomposición interna, más éstas que aquellas. El fracaso del PP ha sido rotundo y parece que hemos de celebrarlo, hasta ver cómo gestiona Ciudadanos su triunfo, aquí y en el conjunto del Estado.

El resultado electoral establece mayores posibilidades y responsabilidades de gobierno para unos que para otros, aunque todas las organizaciones, políticas y sociales, están obligadas a intervenir, proponer, movilizar, negociar, pactar, … huyendo de locuras como las que parece anunciar el ilustre “exilado” de Bruselas (además de su curiosa apelación al rey desde su república) y de las provocaciones, unas ya perpetradas y otras anunciadas, por parte del poder judicial español, con la fiscalía, de dependencia gubernativa, en cabeza.

Pero de nuestro fracaso tienen también responsabilidad, y quizás en no menor medida, las organizaciones sociales, los sindicatos en primer lugar.

Responsabilidad, no por no haber apoyado expresamente a uno u otro partido, sino por haber callado ante los retos del momento, ignorando la necesaria defensa de los derechos e intereses de los que pretenden defender, representar y organizar, como si a lo largo de todo el “procés”, y en estas elecciones, no estuvieran en juego aspectos importantes de los mismos. Su miedo a las inevitables tensiones internas que su pronunciamiento pudiera provocar, les ha llevado a una grave renuncia cuyas consecuencias se han traducido en las urnas al situar una confrontación “transversal”, “independentismo-unionismo”, en lugar de social en torno a programas de gobierno. Ya hemos visto su traducción electoral, pero en el ámbito social, de la propia acción sindical, puede acabar siendo tanto o más importante.

Ahora debería tratarse, desde Catalunya en estrecha relación con las fuerzas de progreso de toda España, de establecer líneas de acción política y social, recuperando el tiempo perdido, sabiendo que hay 2 millones de catalanes que han creído que la “independencia” era la solución que iba a resolver todos los problemas que se iban aplazando o pudriendo (de libertades, políticos y sociales, de salario, de empleo, de inversiones productivas, de vivienda, de salud, de formación, …, contra la corrupción, …), pero que en algún momento pueden entender este error o las prioridades sociales. Con ellos es preciso conectar desde el respeto y, aún, el desacuerdo. 2 millones con los mismos problemas y las mismas reivindicaciones que los demás.

Mucho tendrían que hacer para todo ello las organizaciones sociales cuando la salida a la crisis (desde España, desde Europa, desde este nuestro mundo globalizado) no puede abordarse desde las proclamas; cuando ello exige ya, y exigirá en el futuro inmediato y mediato, propuestas concretas de programa y de movilización, de concreta acción de gobierno, de administración, de “res publica” en definitiva. Desde esta perspectiva habrá que rediscutir también los contenidos y formas del autogobierno de Catalunya, probablemente el del conjunto de las Comunidades Autónomas, entendiéndolo como una cuestión  importante, pero no única ni prioritaria. En ningún caso la “república” como cuestión previa.


Romper el actual impasse, y los aparentes proyectos de los aparentemente principales protagonistas, así como las negativas inercias de los últimos años, no va a ser fácil, pero quizás lo único que lo posibilite sea plantearse nuevas iniciativas. Un punto de partida debería ser asumir los errores, las deficiencias de esta etapa, sin hacerse el harakiri, pero intentando entender qué y por qué ha pasado. Para todo ello desde el espacio social y político de la clase trabajadora corresponde afirmar la identidad prioritaria de las fuerzas de progreso del conjunto de España en nuestro común interés por avanzar en este nuestro país, de la propia clase en primer lugar, con propuestas inmediatas en nuestro ámbito y con proyección hacia el mayor espacio europeo y mundial. 

domingo, 24 de diciembre de 2017

Por la libertad sindical en Irán. Una información, una campaña, una sugerencia


El pasado 21 de noviembre la Confederación Sindical Internacional (CSI) realizó en Bruselas una reunión para impulsar la acción  sindical internacional solidaria con la clase trabajadora de Irán y contra la agresión al derecho de libertad sindical que viene produciéndose en el país (ver en http://www.ccoo.es/noticia:253510, y en http://www.industriall-union.org/es/piden-a-iran-que-libere-a-los-sindicalistas-reza-shahabi-y-esmail-abdi).

El régimen islamista de Irán ha desarrollado a lo largo de años un permanente acoso a la acción sindical del país, persiguiendo a sindicatos y sindicalistas, con disolución de organizaciones y detención de dirigentes sindicales, en su intento de imponer desde el Ministerio de Trabajo “consejos laborales islámicos” en los centros de trabajo de más de 35 trabajadores. En este momento solamente parecen poder sostenerse a pesar de la represión del régimen iraní, aunque con enormes dificultades, dos sindicatos de Teherán, uno de los autobuses urbanos y otro de maestros.

La CSI convocó la reunión en Bruselas, en la que tuvo un particular protagonismo el sindicato sueco LO y en la que participó CCOO, para impulsar acciones concretas solidarias con el sindicalismo iraní, particularmente desde la región MENA (Norte de África y Oriente Medio). Otra de estas iniciativas se ha orientado a presionar a las empresas con intereses económicos en el país, particularmente en los sectores del petróleo, el gas y la automoción. Algunas, como TOTAL y PEUGEOT, tienen suscritos Acuerdos Marco con IndustriALL Global Union en base a los cuales se han comprometido a defender los derechos fundamentales del trabajo en toda su cadena de producción, lo que permite una particular intervención en tal sentido.


Sumándome a esta campaña, considero que la experiencia de acción sindical internacional podría llevar a una concreta iniciativa, la de convocar a los sindicatos de las casas matrices de todas las multinacionales con intereses en Irán para coordinar su presión sobre “sus“ empresas y sobre las filiales y proveedoras de éstas en el país, a la vez que a la solidaridad concreta con los sindicatos y sindicalistas perseguidos.


sábado, 16 de diciembre de 2017

21-D: por qué voy a votar socialista y no a los comunes, también a la vista de sus programas electorales




Hace unos pocos días expliqué (http://iboix.blogspot.com.es/2017/11/porque-pienso-votar-socialista-la-lista.html) mi previsión de voto por la lista del PSC encabezada por Miquel Iceta. Y ello en base a la realidad política, así como de las posiciones que habían adoptado las diversas organizaciones políticas a lo largo de los últimos años, particularmente de los últimos meses y semanas, de su acción política en nuestra última y convulsa etapa; también de algunas decisiones como la ruptura del pacto de gobierno en el ayuntamiento de Barcelona. Faltaba conocer y valorar los programas electorales, importantes sin duda, aunque menos decisivos que la práctica política ya desarrollada y sus propuestas concretas en este último periodo y para el inmediato.

Ahora conocemos ya los programas electorales, y hay que juzgarlos por lo que afirman como propuestas de gobierno a integrar en las posibles, necesarias, alianzas de gobierno. Para mí lo deseable sigue siendo un gobierno con base en PSC, Catalunya en Comú-Podem y ERC, liderado por Miquel Iceta. Así lo afirmé hace días y así me reafirmo a la vista de los programas de las dos opciones a las que podría dar mi voto, CatECP (a los que he votado en las últimas convocatorias) o PSC (a los que ahora pienso votar). El examen de los programas ahora publicados me lleva a reafirmar esta opción que no supone sólo la apuesta por una propuesta, sino también el rechazo de la otra.

Son programas similares en muchos aspectos, empezando por sus dimensiones, más de  150 páginas cada uno. También por afirmaciones que suenan bien, pero para las que no explican suficientemente con qué cuentan para llevarlas a cabo, pues para ello no es suficiente su lógica voluntad de que la mayoría absoluta de los catalanes les otorguen el voto. Ya saben que no será así, por lo que es esencial la posible política de alianzas y el consiguiente programa de gobierno inmediato. Para ello me merece más credibilidad la propuesta socialista.

Pero vayamos a los programas, a lo que por otra parte me han emplazado algunos amigos y otros que lo parecen menos. Confieso que he leído en diagonal una parte de ambos programas, para prestar especial atención a cómo piensan abordar dos cuestiones que considero esenciales. 

Por una parte el imprescindible y muy difícil desbloqueo de la actual situación política de Catalunya, de la necesaria reconducción de nuestro autogobierno en contenidos y en el camino para su implementación. Por otra, cómo abordan la también necesaria acción sindical para impulsar la urgente movilización de la clase trabajadora en la demasiado olvidada batalla para salir de verdad de la crisis en condiciones de trabajo y de vida de todos, así como en derechos individuales y colectivos.

En relación con el desbloqueo del impas político que vivimos en Catalunya rechazo la propuesta de los comunes. Dicen que proponen “la creación en Catalunya de una república social … que desde el ejercicio de su soberanía establezca una relación confederal con el estado español”, …unpacto bilateral con el estado”, etc. Supongo que los redactores de estas afirmaciones no desconocen, aunque no lo dicen, que tal tipo de negociación supone la previa independencia catalana. A éstas y otras en el mismo sentido entiendo que se les puede aplicar la afirmación de estos días de Pablo Iglesias en un mitin en Catalunya explicando, con razón, que prometer o proponer lo imposible es “engañar” a los ciudadanos. Más serias y practicables me parecen la propuestas socialistas, aunque a su voluntad de la difícil reforma de la Constitución española creo habría que añadir una consulta a la ciudadanía de Catalunya, asumida como políticamente vinculante, y en cuyo desarrollo habría que incorporar la afirmación, y argumentarla, no sólo de que “no somos independentistas”, como dicen los comunes, sino de que  "somos no independentistas", o más claro: “somos contrarios a la independencia”. Lo que al mismo tiempo podría, debería, ir acompañado de la clara asunción de lo que resulte de la mencionada consulta.

También me parece claramente rechazable la propuesta de los comunes en relación con la acción sindical y las relaciones laborales. 

Coincido en lo que tanto el programa electoral de los comunes como el de los socialistas proponen, es decir la derogación de la reforma laboral del PP, ciertamente la peor, aunque los socialistas se olvidan de la también necesaria derogación de la de Zapatero. Y ello previamente a la también necesaria nueva elaboración del Estatuto de los Trabajadores, de ámbito español. Pero lo que supone mi más claro rechazo de la propuesta de los comunes es la de un “marco catalán de relaciones laborales” y su apuesta por “convenios sectoriales de ámbito catalán”. Sin  ninguna referencia a los convenios sectoriales estatales defendidos por las Confederaciones de CCOO y UGT como ámbitos de acción y negociación colectiva y solidaria, una estrategia sindical que creía además asumida por las organizaciones catalanas de ambos sindicatos. No he oído sin embargo hasta ahora, particularmente por parte de los que podrían considerarse más próximos a los comunes, ninguna consideración al respecto por parte de CCOO y UGT de Catalunya. 

Desde la perspectiva sindical esta cuestión tiene una más significativa importancia, es más grave, en este momento, cuando se aprecian claras tendencias “renacionalizadoras”, “neocorporativas”, insolidarias, en importantes ámbitos del movimiento sindical. En un momento en el que el desafío de la globalización a todos para defender las más inmediatas condiciones de vida y de trabajo, también para los sectores en mejores condiciones hoy, exige como respuesta la globalización de los derechos, lo que supone ámbitos de negociación y movilización cada vez más amplios, no más reducidos.

Mi profundo desacuerdo con estas propuestas de “Catalunya en Comú-Podem”, vinculada a mi inequívoca apuesta por la unidad y solidaridad de la clase trabajadora, de las fuerzas de progreso, de toda España, me lleva a reafirmar mi decisión de dar mi voto el 21-D a la lista socialista encabezada por Miquel Iceta.

    

sábado, 2 de diciembre de 2017

El “Pilar Europeo de Derechos Sociales” y el sindicalismo europeo

La vida de los derechos del trabajo en Europa no está siendo fácil. Tras la zigzagueante y semiabortada aventura de su explícita constitucionalización, su precariedad se expresa ahora en el devenir del denominado “Pilar Europeo de Derechos Sociales”, concretado en el documento http://www.ccoo.es/978ecb567b733e689a04b26de1b6a167000001.pdf. En relación con todo ello la Confederación Europea de Sindicatos se ha posicionado con una resolución, http://www.ccoo.es/03d9dd5fc22d277a59dd34c5e0ae9d6b000001.pdf, en apoyo de la cual se han pronunciado tanto CCOO (http://www.ccoo.es/noticia:252391--CCOO_apoya_la_Campana_de_la_CES_para_pedir_un_Pilar_Europeo_de_Derechos_Sociales_mas_fuerte) como UGT, subrayando la necesidad de que no que en una declaración de principios no vinculante, como es en este momento, sino que se traduzca en eficaces iniciativas legislativas europeas y en cada uno de los países.

Constituye sin duda un difícil proceso en el que se trata de la defensa del denominado y maltrecho “Modelo Social Europeo”, un proceso de larga historia ya que ha sufrido los avatares de la globalización, de la crisis y de la particular salida a la crisis que estamos viviendo. No está siendo fácil en esta historia la posición del sindicalismo europeo, sobre todo porque no siempre resultan evidentes los comunes intereses de la clase trabajadora de Europa.

Al contexto general de esta problemática me he referido recientemente en un trabajo que se encuentra en http://iboix.blogspot.com.es/2017/10/en-la-globalizacion-sindicalismo-global.html y cuyas reflexiones son de aplicación a lo que ahora abordamos. En este momento  quiero incorporar algunas consideraciones a los referidos planteamientos sindicales ante el documento aprobado en la reciente Cumbre de Gotemburgo.

A estas alturas del siglo XXI puede, debe, resultar sorprendente, o rechazable, que en un documento de las instituciones europeas sobre cualquier cuestión, y más si se refiere a “derechos sociales”, se hable de Europa como si fuera una isla aislada del resto del mundo por una doble muralla china; que se pretenda, o parezca, ignorar la estrecha interdependencia de Europa con el resto del Mundo en todos los aspectos, sobre todo en relación con las condiciones de trabajo en África, Asia, América y Oceanía, particularmente en las cadenas mundiales de suministro de las multinacionales, muchas de las cuales tienen su cabecera precisamente en Europa.

Pero más sorprendente, grave en este caso, es que tal ignorancia o ausencia de planteamientos se dé en un documento sindical, como se ha producido en este caso y como se produce con demasiada frecuencia. Grave por lo que podría suponer de ausencia de reflejo solidario, pero más aún porque no es posible ya defender derechos sociales europeos sin entender su estrecha interdependencia con los derechos sociales globales. Si hoy no avanzamos en la globalización de los derechos, los privilegiados (y la clase trabajadora europea aún lo somos, aunque no  todas las personas que la integran) perderán inevitablemente sus derechos.

La solidaridad, como expresión también de un interés propio, debe traducirse en una permanente presencia en los planteamientos sindicales, y en la acción, de la exigencia y defensa de los derechos del trabajo en el mundo, empezando por que esta exigencia, como una de sus prioridades, sea asumida por el sindicalismo supranacional, por el de los países del Norte geográfico y social, y particularmente por el sindicalismo de las cabeceras de las multinacionales,.

Esto está faltando, fallando, en los planteamientos sindicales sobre el “Pilar Europeo de Derechos Sociales”. Creo que se trata de un corporativismo, consciente o inconscientemente, muy mal entendido.



lunes, 20 de noviembre de 2017

Ley francesa sobre el “Deber de vigilancia de las sociedades matriz y de las empresas ‘donneuses d’ordre’ ”

Los pasados días 9 y 10 de noviembre participé en el seminario internacional Impacto laboral de las redes empresariales” organizado por el Departamento de Derecho del Trabajo y Trabajo Social de la Universidad de Salamanca, dirigido por los profesores Wilfredo Sanguineti y Juan Bautista Vivero. Participaron catedráticos y profesores, así como doctorandos y estudiantes de master de las Universidades de Salamanca, Valencia, La Laguna, Cantabria, Extremadura, Trento, Pavía, Milano, Católica Portuguesa, Católica de Perú y Burdeos, así como sindicalistas de CCOO y la empresa Telefónica.

Junto a muy interesantes ponencias y comunicaciones, que se pueden encontrar en el blog del profesor Wilfredo Sanguineti (https://wilfredosanguineti.wordpress.com/2017/11/18/impacto-laboral-de-las-redes-empresariales-resultados-del-seminario/), me pareció de particular interés la presentación de la Ley francesa sobre el “Deber de vigilanciade las empresas cabecera de redes empresariales por parte de Isabelle Daugareilh, Directora de Investigación del COMPTRASEC de la Universidad Montesquieu de Burdeos.

El 27 de marzo de este año culminó un complejo proceso legislativo, iniciado en 2013, con la aprobación por la Asamblea Nacional Francesa de la Ley 2017-399 que incorpora los artículos 225-102-4 y 225-102-5 del Código de Comercio en relación con el “informe” ya previsto en el mismo artículo 225-102.

Los rasgos de más interés de esta Ley francesa son:

1.     Tienen obligación de elaborar y aplicar un “Plan de Vigilancia” todas las empresas con al menos 5.000 asalariados en Francia, o 10.000 en el mundo, en su sede y filiales.
2.     El Plan de Vigilancia debe referirse a las actividades de la empresa principal, sus filales y las socidades que controla, incluyendo los proveedores y subcontratistas con los que mantenga una relación comercial regular (no necesariamente permanente o continuada), y en las actividades de éstas derivadas de tal relación.
3.     El Plan de Vigilancia debe incluir:
a.     Un mapa de riesgos con su identificación, análisis y jerarquía
b.     Los procedimientos de evaluación regular de la situación de sus filiales, proveedores y subcontratas
c.     Las acciones emprendidas para atenuar los riesgos y prevenir las violaciones de derechos
d.     Los mecanismos de alerta frente a los riesgos, “establecidos de acuerdo con las organizaciones sindicales representativas
e.     Un dispositivo para el seguimiento de las medidas adoptadas y de evaluación de su eficacia.
f.       
4.     El Plan de Vigilancia y la información regular al respecto deben hacese públicos e incluirse en el informe emprrsarial previsto por el Código de Comercio.
5.     Si una sociedad obligada por esta normna sobre el deber de vigilancia no la cumple, puede ser demandada por cualquier persona que acredite un interés legítimo en su aplicación.
6.     El incumplimiento de las obligaciones establecidas en esta norma conlleva la responsabilidad de su autor y le obliga a reparar el perjuicio ocasionado.

Señaló la profesora Daugareilh el sentido de esta ley (elaboración del Plan de Vigilancia, su publicidad, y la evaluación de su cumplimiento), así como el carácter de responsabilidad civil extracontractual la que esta ley (que por ello supera las normas privadas –voluntarias- al respecto) establece frente a los riesgos de violación  de los derechos humanos en las cadenas de suministro, en todas las sociedades con relación comercial estable con la empresa principal, señalando que por derechos humanos deben entenderse los derechos sociales, del trabajo, así como los de seguridad, salud, medioambientales, …

Es también una característica importante la implicación de los grupos de interés y en particular la mención a los sindicatos como intervinientes en el diseño del plan de vigilancia y en el seguimiento de su aplicación, una intervención que no viene desarrollada pero que puede tener su mejor expresión en Acuerdos Marco cuya negociación impulsa esta ley.

Cuestión importante será también la del tribunal competente, que, de acuerdo con la propia ley y el reglamento europeo correspondiente, será el tribunal de comercio del docimicilio del demandado.

Se trata por todo ello de un paso importante para el establecimiento de una norma vinculante sobre la Responsabilkidad Social Empresarial a nivel internacional. Refuerza las primeras iniciativas al respecto como son la ley danesa de 2008 sobre información obligatoria sobre RSE, y la Diurectiva 2014/95 sobre información no financiera de las empresas de más de 500 trabajadores.

Ahora habrá que esperar la experiencia de su aplicación, del uso social en general y sindical en particular de los derechos que establece para los diversos colectivos sociales interesados, así como la jurisprudencia que vaya generando.

viernes, 17 de noviembre de 2017

Porqué pienso votar socialista, la lista de Miquel Iceta


Podría también haber titulado “porqué no pienso votar a los comunes” (que sería hoy el voto resultante de mi historia personal y del depositado en las últimas contiendas electorales, generales, autonómicas y municipales). Salvo el voto en blanco, no habría ninguna otra posibilidad por mi parte que “comunes” o socialista. Votaré previsiblemente socialista a pesar de una no muy afortunada experiencia personal con ellos en 1978-1980, pero ha llovido mucho desde entonces y los problemas de hoy tienen otros contenidos y protagonistas. 


Hoy votaría la lista que encabeza Miquel Iceta por las siguientes razones:

1.     Por el punto de partida de mi posicionamiento político a lo largo de los últimos meses, que puede resumirse en lo planteado en: https://lopezbulla.blogspot.com.es/2017/08/manifiesto-para-el-acto-del-dia-22-de.html y http://iboix.blogspot.com.es/2017/09/por-la-unidad-y-solidaridad-de-la-clase.html
2.     Porque aunque se trata de “elecciones autonómicas” y no sobre la “independencia” de Catalunya, la inercia social y política de un tan largo “procés” hace necesaria una clarificación a la que estas elecciones deberían contribuir para superar esta nefasta etapa y con ello poder abordar los problemas pendientes, los sociales en primer lugar, que pueden resumirse en que la salida a la crisis lo sea de verdad para todos. También por la profundización de la democracia en todos los órdenes, así como por la lucha contra la corrupción, la futura y la pasada: Gurtel, Púnica, los Papeles de Panamá y la Caja B del PP, junto a la del Palua, el 3% y los Papeles del Paraíso, como exponentes de una cultura política de las derechas, la española y la nacionalista catalana, aliadas en tantas ocasiones.
3.     Porque la candidatura socialista, con incrustaciones a derecha e izquierda, es la única que plantea con claridad, desde la izquierda, un NO a la independencia, es decir la síntesis de los dos conceptos, repito: 1) unidad y solidaridad de la clase trabajadora de Catalunya con la de toda España, y 2)  propuesta y lucha conjunta de todas las fuerzas de progreso de España para abordar los grandes y graves problemas pendientes, como se hizo en defensa de la República (esa sí, que no era simbólica), y como hemos hecho contra la dictadura franquista, en la conquista de las libertades y en la batalla por la construcción de la democracia conquistada.
4.     Porque, aunque no comparto plenamente las propuestas del PSC para la rediscusión del “encaje de Catalunya en España” (considero posible y deseable un “referéndum pactado”, o una “consulta políticamente vinculante”) y tampoco coincido con aspectos de los planteamientos políticos del PSOE, entiendo que los problemas planteados en el punto anterior sólo pueden abordarse hoy desde Catalunya con coherencia política y la apuesta por la unidad de las fuerzas de progreso en España. El eje para ello son hoy los socialistas.
5.     Porque la candidatura de los comunes que encabeza Xavier Domènech no da respuesta a las incoherencias, vacilaciones y golpes de efecto de esta formación política en la última etapa, entre los cuales es significativa la ruptura del pacto de gobierno municipal en Barcelona con el PSC, con su proyección hacia un posible pacto expreso o tácito en la Generalitat ERC-CatComú-CUP con ERC en la dirección, como ya se insinúa. También por su pronunciamiento por un “referéndum pactado” sin definirse sobre qué posición (SI o NO a la independencia) adoptarían los comunes en éste, así como las demasiadas abstenciones en el Parlament sin rechazar de plano las cacicadas y esperpentos del “tripartito” PDeCAT-ERC-CUP. Tampoco comparto su teoría y práctica de la democracia interna promoviendo el voto de las personas afiliadas a la vez que l@s dirigentes rehúyen su responsabilidad callando irresponsablemente su criterio, aunque a veces, como la consulta sobre el pacto de gobierno municipal, con preguntas tramposas que orientan subliminalmente la respuesta.
6.     Porque en la actual coyuntura, y salvo un vuelco espectacular no previsible tras la campaña electoral, la mejor opción de gobierno de las posibles sería PSC-CatComú-ERC, con la hegemonía de la fuerza no independentista con mayor representación. Y para pilotarlo me parece Miquel Iceta la persona más cualificada. Soy consciente de que no es nada fácil, pero la otra alternativa es seguir como en los últimos años, con el bloqueo de toda política de progreso, con el debate soberanista copando la tensión política.

Ésta es hoy mi previsión de voto, y lo será a no ser que la campaña electoral y la práctica política de esta etapa hasta las elecciones me lleven a modificarla. Luego estaré atento al uso que se haga de mi voto, consciente por otra parte de que éste no constituye más que una gota en el océano. Pero es mi gota, mi contribución a los objetivos antes señalados.

Mucho nos jugamos el 21-D. De la madurez política del pueblo de Catalunya, tantas veces manifestada, y de las organizaciones sociales y políticas progresistas catalanas, espero y deseo que las elecciones del 21-D establezcan unas bases (movilización social e instituciones autonómicas) que abran las vías de un futuro que hay que construir ya.


Me interesarán los comentarios a estos apuntes que se expongan con razonamientos, no los que supuren sectarismo. 

martes, 14 de noviembre de 2017

¿Ignorantes?, ¿irresponsables?, ¿sinvergüenzas?

Después de que, hace unos días, el diputado Tardá del Parlamento español por ERC, afirmara que “no ha habido ni la capacidad ni la voluntad de implementar la república proclamada …” y añadiera que “no había mayoría social por la república…”, preclaras figuras del independentismo se despachan con otras. Veamos:

  • Puigdemont afirma que “estoy dispuesto y siempre lo he estado a aceptar la realidad de otra (diferente de la independencia) relación con España”.
·         Sergi Sabriá, portavoz de ERC: “El Govern (de la Generalitat) no estaba preparado para desarrollar la república”.
·         Carla Ponsetí, exconsejera de Enseñanza de la Generalitat: “El Ejecutivo catalán no estaba a punto para dar continuidad política de forma sólida a los resultados del 1-O

Y todo ello sin autocrítica alguna, sin pedir perdón al pueblo de Catalunya por su aventurerismo y engaños, a los 2 millones de catalanes que les creyeron, al casi millón que se manifestaron el pasado sábado detrás de una pancarta que decía “Més República” (¿más?, ¿a partir de cuánta?).

¡Ignorantes!, ¡irresponsables!, “¡sinvergüezas!. Aunque quizás el también diputado del Parlamento español Rufián, también de ERC, considere que estos adjetivos son demasiado suaves, a mí me resultan suficientes.

No creo (prefiero no creer) que los 3 adjetivos puedan aplicarse a Ada Colau cuando, para justificar la ruptura con los socialistas en el gobierno municipal de Barcelona (con el voto del 54,18% de los que emitieron opinión, es decir el 21,6% del censo de los afiliados a “los comunes”), afirma que a los políticos por la independencia y la república debe juzgarles el pueblo de Catalunya. Aunque para los que creemos en la división de poderes la “justicia popular” plantea algunos reparos, quisiera recordarle a nuestra alcaldesa de Barcelona que se olvida de que quien ha decidido consultar al pueblo de Catalunya no ha sido Puigdemont (que podía haber convocado las elecciones), ¡sino Rajoy!

¡Cosas veredes!

Aunque para corregir el rumbo ahí está el 21-D. Mucho nos jugamos ese día.


domingo, 12 de noviembre de 2017

Cuando las y los dirigentes emiten un voto secreto en lugar de dar una explicación y propuesta públicas

La noticia de esta mañana de la ruptura del acuerdo municipal de Barcelona en Comú con el PSC me ha suscitado diversas reflexiones.

Por una parte el retroceso en el gobierno de la ciudad que representa. Aunque parece que el equipo municipal y la dirección política convocantes deben pensar que “lo primero es lo primero”. Pero ello no encaja demasiado bien con la “irresponsabilidad” que Ada Colau reprochaba, por fin, el sábado a PDeCAT y ERC por su conducción del “procés”. Con esta ruptura se pone, pone el gobierno municipal, precisamente en manos de éstos, según ella (y estoy totalmente de acuerdo), “irresponsables”.

Pero por otra un fenómeno que vengo observando con preocupación en los equipos de dirección de algunas formaciones sociales y políticas. Y es que, a la vez que ejercen el “mando”, renuncian en algunas ocasiones al ejercicio de dirección. Así, ante determinados problemas, a veces los más complicados, prefieren someter la decisión al referéndum de sus afiliados sin hacer propuesta alguna al respecto. A Ada Colau se le pidió dar su opinión sobre la ruptura o no del pacto municipal, pero prefirió callar.

Quizás se trata de un problema de fondo, sobre cómo debe desarrollarse el ejercicio de dirección de las organizaciones sociales o políticas. Como corrección de la escasa democracia que justamente muchas veces se ha achacado a éstas, en ocasiones importantes se pretende trasladar la responsabilidad a las personas afiliadas.

Estoy convencido de que ciertamente hay ocasiones en las que el voto individual de todas las personas afiliadas es necesario, aunque en el gobierno diario los órganos de dirección a todos los niveles han de tomar muchas decisiones sin otra condición que su carácter colectivo, colegiado, con el que fueron elegidos. Pero cuando lo someten a referéndum interno no pueden olvidar su propia responsabilidad como órganos de dirección. Uno de ellos, considero que esencial, es dar opinión, explicar las razones de la consulta y lo que está en juego, el porqué se ha llegado a dónde se ha llegado. Y esto se olvida a veces, como ahora, sometiendo a votación la ruptura en el Ayuntamiento y ejerciendo los dirigentes sólo su derecho al voto secreto, cuando creo que su deber era hacerlo público y explicarlo. Y antes de la propia votación.
 


miércoles, 8 de noviembre de 2017

PORQUÉ he firmado el Manifiesto de los “COMUNS FEDERALISTES”, aunque me falte algo, y PORQUÉ “els COMUNS” NO tienen garantizado mi voto el 21-D


He firmado el Manifiesto de “Comuns federalistes” porque estoy de acuerdo con lo que dice, como firmé su documento contra la participación en el 1-O, un no-referéndum sin garantías democráticas.

Pero me falta: 1) una reflexión sobre la ostentosa participación de su plana mayor el 1-O, y 2) un pronunciamiento claro sobre la independencia de Catalunya, superando la “neutralidad” sobre el tema manifestada en las elecciones del 27-S, durante el gobierno Puigdemont, en relación  con el 1-O y, hasta ahora, en relación con el 21-D.

Mis planteamientos inequívocamente antiindependentistas, a partir de la apuesta por mantener la unidad, identidad y solidaridad de la clase trabajadora española, están explicados en el Manifiesto del 21-S (http://lopezbulla.blogspot.com.es/2017/08/manifiesto-para-el-acto-del-dia-22-de.html) y en mi intervención en el acto de presentación del mismo (http://iboix.blogspot.com.es/2017/09/por-la-unidad-y-solidaridad-de-la-clase.html).

Al igual que contra la DUI, me he pronunciado reiteradamente contra la violencia policial del 1-O, contra la forma cómo se ha aplicado del art. 155, contra los encarcelamientos decretados por la juez Lamela. Y ahora me pronuncio contra el evidente deterioro que los independentistas están provocando en la vida económica de Catalunya (y hablan de “parar el país”, ¿no tienen nada que decir al respecto los “comuns” y los sindicatos?).

También me pronuncio por un “referéndum pactado”, aunque a mi me bastaría una “consulta políticamente vinculante” para la entidad convocante y las principales organizaciones participantes, una consulta que no precisaría de una reforma constitucional previa.

Pero las coincidencias no son suficientes para apoyar a los “comuns”, a la candidatura que encabezará Xavier Domènech el próximo mes de diciembre. Aunque algunos plantean las próximas elecciones  como reivindicación de la independencia o el apoyo a una República que no saben si ya la han proclamado y dónde existe, el 21-D no es un referéndum sobre la independencia, sólo son unas elecciones “autonómicas”. Pero la cuestión de la independencia está en la calle y sigue estando en los planteamientos de Puigdemont, Junqueras y compañía, en la atmósfera política, y, lo que es más importante, en la amplísima movilización de la ciudadanía catalana en la última etapa, en los 11-S, así como en las muy masivas manifestaciones a favor y en contra de los últimos meses. Por ello, y por sus contenidos, no se trata de una cuestión secundaria en la vida política, aunque lamentablemente esté sirviendo para ocultar problemas fundamentales. Hay que pronunciarse pues sobre el contenido, sobre la relación de Catalunya en o con España, no sólo sobre la forma para abordarlo. En este momento cualquier organización política, cualquier propuesta, no puede ignorarlo.

Una opción “federalista” debe significar estar activamente contra la independencia, no sólo contra la independencia “unilateral”. Por ello, insisto, no hay que pronunciarse sólo sobre el procedimiento, también y con claridad sobre el contenido.

Pero de nuevo los “comuns” como organización política que es (o pretende ser), no se atreven, siguen en tierra de nadie.

Desde Alcalá de Henares voté a PODEMOS en las últimas elecciones municipales y generales. Si hubiera estado censado en Barcelona (como ahora ya estoy) hubiera votado a Ada Colau y Xavier Domènech. Me gustaría poder hacerlo en esta próxima convocatoria electoral.

Ahora, en la precampaña y en el inicio de la actual campaña electoral, mis votos son para que los “comuns federalistes” conquisten un significativo espacio y peso en la vida política catalana. Y mi disponibilidad para participar en las iniciativas que para tal fin organicen.

El 21-D mi voto dependerá de si abordan con claridad estas cuestiones, si se “mojan” sobre la independencia.





martes, 7 de noviembre de 2017

Por el trabajo decente en las Zonas Francas Industriales

Notas en relación con la próxima reunión de la OIT sobre

“Promoción del trabajo decente y protección de los principios y derechos fundamentales en el trabajo en las zonas francas industriales”

Que se realizará en Ginebra del 21 al 23 de noviembre próximos



El Consejo de Administración de la OIT ha convocado una  “reunión  de expertos”, del 21 al 23 de noviembre en Ginebra, para abordar la problemática de las ZONAS FRANCAS INDUSTRIALES.

Participarán 8 expertos de cada uno de los 3 grupos (trabajadores, empleadores y gobiernos). Por parte española participará Víctor Garrido, de CCOO-Industria y Coordinador de IndustriALL Global Union  para el Acuerdo Marco Global con Inditex.

Víctor y yo estamos preparando esta reunión, para lo que se adjuntan unas primeras notas de trabajo.


1.- Del informe de la OIT para la reunión

(Informe que se puede encontrar en español, inglés y francés en: http://www.ilo.org/empent/Eventsandmeetings/WCMS_582730/lang--en/index.htm)

1.     A las Zonas Francas Industriales, en la que se instalan filiales de las empresas multinacionales o empresas a las que éstas subcontratan su producción, se les han aplicado también otras denominaciones: “Puertos Libres”, “Zonas de Libre Comercio”, “Zonas Económicas Especiales”, …
2.     El informe de UNCTAD de 2015 apuntaba la existencia de 4.500 Zonas Francas Industriales (ZFI) en el mundo, distribuidas en: 47% Asia, 24% América Latina y Caribe, 12% África, 17 % resto del mundo. Diversas fuentes permiten situar como nº de ZFI: 845 en 1997, siendo ya 3.500 en 2006, para llegar a las 4.500 en el 2015.
3.     El Banco Mundial cifraba en 2005 el empleo en las Zonas Francas en 66 millones de trabajadores, con (en millones): 50 en China; 6 en Indonesia; 1,3 en México; 0,95 en Vietnam; 0,88 en Pakistán; 0,55 en Emiratos Árabes Unidos.
4.     En 2014 (19 de mayo en Dubai) se constituyó la “Asociación Mundial de Zonas Francas” que esperan tener 1.000 socios en 2017. No consta ninguna organización sindical específica de o para las ZFI.
5.     En general son trabajadores del propio país, con excepciones importantes como Jordania, en la que el 75% de los trabajadores en ZFI proceden del Sudeste Asiático.
6.     La proporción  de mujeres varía mucho entre países y sectores industriales, oscilando entre el 90% en Jamaica hasta el 10% en Bahrein.
7.     La existencia de ZFI ha provocado que la Inversión Extranjera Directa (IED) se orientara hacia éstas: en los años 90 en China las IED se dirigieron en un 90 % a sus ZFI.
8.     Las ventajas empresariales (multinacionales) en las ZFI son en general de dos tipos: fiscal y laboral
a.     Disminución o exención de impuestos, fácil repatriación de capitales y beneficios, inaplicación de cuotas de mercado cuando existían, entre otros.
b.     Legislación laboral más lesiva para los derechos de los trabajadores, en ocasiones anulando parte de la del propio país, esencialmente en relación con la libertad sindical, derechos de sindicación, de huelga y de negociación colectiva. Menor ejercicio de las funciones de inspección laboral del país, incluso privatizándola.
c.     Sistemas de “protección” de la ZFI, con vallas, guardias de seguridad, requisitos y control de los accesos, …
9.   Peores condiciones de trabajo como consecuencia de todo lo anterior, con posible traducción incluso en trabajo forzoso (retención de documentación, sin libertad de movimientos en la ZFI), con repercusión  también en las condiciones de vivienda, salud y seguridad laboral, …
10.Acoso sexual
11. Pronunciamientos de la OIT sobre esta situación desde 2006, aunque en general su eficacia no pasó de los papeles. En la declaración de la Conferencia de 2016 sobre “trabajo decente en las cadenas de suministro” vuelve a plantearse la “posibilidad de un plan de acción”, cuya primera iniciativa podría considerarse la actual reunión de expertos convocada por el Consejo de Administración.
12. El informe señala el pronunciamiento de la organización de los trabajadores de la OIT, ACTRAV, sobre el interés de Acuerdos Marco con multinacionales que operen en Zonas Francas, señalando como referencia positiva al respecto “uno” concluido en 2007, es decir el acordado con Inditex (sin citarlo expresamente)
13. Cierra el informe de la OIT unas propuestas para su discusión:
a.     Principales desafíos
b.     Orientaciones para los sistemas de gobernanza
c.     Consulta a las organizaciones de empleadores y trabajadores
d.     Incremento de la coordinación

2.- Algunas propuestas de acción e intervención  

En base a todo ello y algunas experiencias sindicales, señalamos algunas posibles vías e iniciativas de acción:

1.     Elaboración de un mapa de las principales Zonas Francas Industriales, señalando:
a.     Número de empresas instaladas
b.     Principales multinacionales (EMN), como casas matriz o clientes, de cada ZFI
c.     Principales actividades desarrolladas, así como de cada una de las EMN señaladas
d.     Nº total de trabajadores de cada ZFI, así como de cada una de las principales EMN de cada una de ellas
e.     Características principales de las plantillas indicadas: nacionalidad, géneros, …
f.      Legislación laboral y fiscal aplicable, con referencia además a la del propio país de la ZFI
g.     Acuerdos Marco existentes con las principales EMN de cada ZFI y sus contenidos esenciales (derechos de los trabajadores y de los sindicatos locales)
2.     Iniciativas de organización, convocatoria y orientaciones por parte de la OIT (con una representación tripartita o unas primera reuniones separadas) para abordar lo señalado en el punto anterior y sus conclusiones, así como lo apuntado más abajo en el punto 3:
a.     Reuniones confederales y federales con los sindicatos de los países cabecera de las EMN que operan en ZFI, convocadas por la CSI y por las Federaciones Sindicales Internacionales de los respectivos sectores
b.     Reuniones con los sindicatos locales de los principales países donde se sitúan las ZFI
c.     Reuniones con las principales EMN operando en ZFI
d.     Reunión con las EMN que tengan concluidos Acuerdos Marco Globales, con participación de los respectivos Coordinadores y Federaciones sindicales sectoriales
e.     Reuniones con los gobiernos de los países donde se sitúan las casas matrices de la principales EMN operando en las ZFI
f.      Reuniones con los gobiernos de los países donde se sitúan las principales ZFI
g.     Reuniones periódicas de los expertos de la OIT para evaluar la evolución del trabajo realizada a partir de esta iniciativa, así profundizar en el conocimiento de la realidad de las ZFI y los problemas que plantean
h.     Examen en una nueva reunión tripartita de expertos de la posible normativa, Convenio OIT, al respecto
3.     Propuestas para incorporar a estas reuniones:
a.     Designar una EMN como “empresa líder” en cada ZFI
b.     Establecer un “Coordinador sindical” en cada ZFI por parte de los sindicatos locales, con derecho de acceso a todas las empresas de la misma
c.     Formalizar la relación de estos Coordinadores sindicales con los correspondientes de las principales EMN operando en cada ZFI
d.     Proyecto piloto con visitas de 3 expertos (sindical, empresarial y gubernamental) a las principales empresas de las principales ZFI para una primera investigación. En tales visitas se realizarían 3 tipos de encuentros: 1) con la dirección empresarial, 2) con las representaciones sindicales y 3) individualmente con trabajadores elegidos por la delegación de la OIT en su visita y/o a sugerencia de los 2 primeros encuentros.

Noviembre 2017