Esta última mañana de 2017 casi me ha
despertado un amigo con una noticia importante de la que informa hoy La
Vanguardia: el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello elegido en la
lista de “los comunes”, “reitera el compromiso del Ayuntamiento para
impulsar en lo que queda de mandato el salario mínimo de ciudad (1.000 €uros) …”
Tras la sorpresa y el estupor y de
haber comprobado que estamos a 31, no 28, de diciembre, y convencido de la
necesidad de aumentar el salario mínimo, y también el medio, de los
trabajadores españoles, me he planteado una primera pregunta: ¿Conoce Pisarello el sentido unitario
y solidario del “salario mínimo”?
Y dándole algunas vueltas, unas más:
¿Tras su voto SI el 1-O, quizás
Pisarello, con la proclamada república independiente de Catalunya, prepara ya
la lucha por ciudad independiente de Barcelona?, ¿O para combatir la polución
se intenta que tras la marcha de las sedes se deslocalicen también los centros
de trabajo? ¿O para compensar cierta reducción del turismo se pretende un
efecto llamada laboral? ¿O se trata de una ocurrencia para disputar los
titulares a Rajoy con su vuelta al 2015 para desearnos feliz 2106?
Pero como el tema no es una broma, me
sigo preguntando:
¿Esta idea de los comunes ha sido
consultada, o consensuada, con los sindicatos? ¿Tienen los sindicatos algo que
decir el respecto, o lo incorporarán ahora a su plataforma reivindicativa para
2018? ¿O es Pisarello el estratega y adelantado sindical de los comunes?
Unas cuantas preguntas, algunas
serias, para terminar el año. ¡Que 2018 nos sea más propicio!
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