jueves, 19 de mayo de 2011

Congreso CES - Crónicas Atenienses - y 4

Con su cuarta jornada, ha terminado hoy el 12º Congreso de la CES. De esta jornada lo más relevante en mi opinión ha sido:



1.- CIERRE DE LA DISCUSIÓN DE LA ÚLTIMA PARTE DEL PROGRAMA DE ACCIÓN


John Monks presentó en la sesión de ayer 3 puntos del Programa de Acción que hoy han terminado de debatirse.


Por una parte el titulado “solidaridad de acción por una mundialización justa”. De su intervención, aparte de las fórmulas genéricas sobre la solidaridad como consustancial con el sindicalismo, merece destacarse su afirmación de la necesidad de la presencia de las cláusulas sociales y medioambientales en los acuerdos comerciales. El Secretariado había aceptado la enmienda de CCOO para que se exigiera a la OMC la garantía del respeto de los derechos fundamentales del trabajo en los productos objeto del comercio mundial.


Sobre la acción sindical directamente relacionada con la globalización CCOO habíamos presentado una larga enmienda para la inclusión de conceptos ausentes del documento base. Concretamente en relación con: 1) la defensa del modelo social europeo exige la defensa de los derechos del trabajo en el mundo, 2) la solidaridad sindical debe desarrollarse como interés también de quienes la practican, 3) la exigencia a las empresas de compromisos de Responsabilidad Social, de su cumplimiento y verificación, con intervención sindical, 4) Los Acuerdos Marco Internacionales como objetivo, 5) la vía preferente para todo ello de acción sindical en las Empresas Multinacionales y toda su cadena de producción y distribución, y la responsabilidad del sindicalismo de la casa matriz, y 6) la expresa solidaridad con la acción sindical en el Sudeste Asiático en su activa reivindicación de un “salario mínimo vital”. El Secretariado nos admitió esta enmienda bajo la fórmula de “aceptar el principio”. Resulta por ello preocupante que de todos estos temas ni uno solo apareciera en la presentación del capítulo, lo que contribuyó sin duda a que en prácticamente todas las intervenciones estas cuestiones hayan estado ausentes.


Hay que añadir que ni en el documento base, ni en la presentación y resumen, ni en el debate, apareciera ninguna referencia a dos significativas fechas sindicales: el 29-S y el 7-O (a lo hecho, a lo no hecho, a las lógicas dificultades), fechas que, supongo se recordará, eran precisamente la “jornada de acción europea contra las políticas neoliberales” y el “día de acción mundial por el trabajo decente” convocado por la CSI. Jornadas a las que todos nos hemos puntualmente adherido, y en las que en España algo hemos hecho, sobre todo el pasado 29 de septiembre.


Otro de los capítulos presentados por Monks en este punto del Congreso eran “los medios”, es decir la acción sindical. Cabe subrayar su afirmación de que “hay que vincular más las campañas a nivel europeo y nacional”. En relación ello se ha producido una curiosa discusión. Varias intervenciones han hecho referencia a la necesidad de plantearse, como posible forma de acción sindical de ámbito europeo, la “huelga general europea”, como acción que debería arrancar de los centros de trabajo (y que nadie ha propuesto convocar ahora). De hecho el Secretariado admitió dos enmiendas conjuntas de CCOO y UGT en el sentido de hacer un balance de las importantes acciones desarrolladas en Europa a lo largo de 2010y 2011, y plantearse como objetivo el reconocimiento de la huelga europea en el ordenamiento jurídico europeo y en relación con objetivos transnacionales. Las dificultades explicadas por los compañeros húngaros ante la negativa revisión de sus leyes sobre el derecho de huelga apunta a que éste puede ser un derecho básico a defender también en el ámbito europeo. Parece abrirse paso la idea de que la acción sindical europea no puede ser solamente la suma de acciones nacionales dispersas en sus contenidos y en sus tiempos.


Sin embargo, John Monks en su resumen ha dicho que ahora no es momento de plantearse cuestiones relacionadas con la “huelga europea” por “la desfavorable correlación de fuerzas de este momento”, sin preguntarse y preguntarnos el porqué de esa situación ante los graves problemas planteados y las continuas agresiones que denunciamos. Después del resumen, el capítulo ha sido también aprobado por unanimidad, aunque a mí no me ha quedado demasiado claro si se votaba lo dicho por Monks o el texto enmendado.


2.- MESA REDONDA SOBRE “LOS JÓVENES”

Éste ha sido en realidad el tema discutido la Mesa Redonda titulada “Sindicalización, campañas, redes sociales”, con intervención entre otros/as del Presidente del Comité de jóvenes de la CES. Todas las intervenciones han girado sobre cómo incorporar la juventud al sindicalismo organizado, con bastantes de los tópicos al uso, que por tópicos no tiene porque resultar incorrectos.


3.- EL TEMA NUCLEAR

Ayer se había suscitado aparentemente de forma marginal el tema, sin que suscitara más debate, en una intervención de un delegado de la DGB. Hoy sin embargo se ha replanteado con fuerza, aunque no en el Pleno del Congreso, a partir un documento firmado por las organizaciones alemanas DGB, Ver.di e IGBCE (es decir la Confederación y dos grandes Federaciones), titulado “Por la seguridad nuclear”. Al terminar los debates y votación del Programa de Acción, la mesa ha dado la palabra a un delegado alemán para que lo presentara. Éste señaló que su voluntad era que se incorporara a los debates y posibles acuerdos del Congreso, pero que, al haberlo rechazado el Secretariado, se limitaban a presentarlo y proponer que lo tuviera en cuenta la nueva dirección de la CES. Se trata de un planteamiento más matizado que la afirmación ayer del compañero de la DGB que señaló su opción por el “apagón nuclear”. Se centra, en el marco de una “política energética europea”, esencialmente en los temas de seguridad partiendo de “las lecciones de Fukushima y Chernóbil” y propone diversas medidas (tests de stress planificados, condiciones idénticas de seguridad en todas las centrales, garantías para los trabajadores que señalen riesgos, gestión social del empleo en el sector nuclear) y pide un debate social democrático sobre el futuro de la política energética europea, y que se impulse y desarrolle la investigación para mejorar la seguridad de las centrales y de los residuos, basada en la transparencia y un alto nivel de información. Luego no ha habido ninguna intervención ni desde la mesa ni desde el Pleno.


4.- AUSENCIA DE BARROSO

Para hoy estaba previsto en el programa un “Discurso de José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión Europea”, pero la Mesa ha pasado de largo del punto del orden del día sin que interviniera nadie con ese nombre y función, ni se diera explicación alguna del porqué.


5.- INTERVENCIONES DE BERNADETTE SÉGOL Y DE IGANCIO FERNÁNDEZ TOXO

Cerrando los debates se han producido las intervenciones de la Secretaria General y del Presidente elegidos en el día de ayer. Bernadette presentó el Manifiesto de Atenas, un documento cuyo borrador se había elaborado y distribuido antes del Congreso y que resume bastante bien lo que han sido los elementos centrales congresuales, con sus virtudes y sus limitaciones, sin incorporar ninguna de las cuestiones que han sido objeto de debates con posiciones contradictorias. Un documento pues de fácil asunción por las estructuras sindicales, que puede servir para afirmar que la CES está presente en una línea de continuidad con lo hecho ya en la última etapa.

Los discursos de Bernadette e Ignacio, muy bien construidos y formulados, han conseguido elevar el tono del Congreso y suscitar un clima de euforia y unidad en el tramo final del mismo.


6.- EL EJERCICIO DE CULTO A LA PERSONALIDAD A JOHN MONKS

Sin embargo cuando parecía que estábamos ya acabando el Congreso se nos ha ofrecido un espectáculo que no constaba en el Orden del Día, y que me atrevo a calificar de desbordante culto a la personalidad a John Monks, el saliente Secretario General de la CES. Algo se había expresado ya a lo largo del Congreso, pero que ha estallado espectacularmente al final. Alguien comentó que Emilio Gabaglio, Secretario General de la CES antes de Monks (y en mi opinión con una gestión mil veces mejor), nunca lo hubiera aceptado.

Mi consideración al respecto, aparte de lo desagradable que resulta este tipo de ejercicio, es que acostumbra a encubrir (al igual que un excesivo soniquete sobre la importante unidad y cohesión de la CES en momentos tan críticos como los actuales) situaciones en las que en lugar de abordar con franqueza la discusión de las dificultades se acude al patrioterismo de organización.


7.- MI IMPRESIÓN FINAL DEL CONGRESO


Mi impresión es que el Congreso ha tenido la virtud de exteriorizar las limitaciones actuales del sindicalismo europeo, pero deja la puerta abierta a su superación precisamente a través de lo que plantea la campaña propuesta por los sindicalismos alemán y francés sobre la igualdad de derechos salariales y sociales, con sus objetivos formulados y también con sus indefiniciones.


Por otra parte el Congreso ha situado un nuevo equipo al timón. No todo va a depender sólo de ellos/as, mucho va a depender de los sindicalismos nacionales, de lo que hagamos y propongamos. De cómo la fuerza de la acción sindical ayude a cohesionar un equipo de dirección que aún es resultado de las complejas negociaciones precongresuales, pero que pronto tendrá que ser expresión (motor y resultado) de lo que haga la Confederación Europea de Sindicatos ante los nuevos y viejos retos.

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