Algunas
precisiones y nuevos apuntes a las notas de ayer (http://iboix.blogspot.com.es/2017/10/recientementeme-he-pronunciado-en.html
) después de la gran movilización ciudadana[1]
del 1-O (que sin embargo no fue un referéndum), después de la inadmisible
intervención policial, así como de las
declaraciones de Rajoy y de Puigdemont (confirmando incompetencias e
irresponsabilidades), después de las
provocadoras afirmaciones del ministro “del interior” Zoido de esta mañana:
1.
Desbloquear la actual situación, que es
la que es, aunque se haya llegado a ella por una senda llena de engaños y
trampas, exige consultar ya a la ciudadanía de Catalunya para conocer su
voluntad sobre las relaciones con España. Consultar con el compromiso, por
parte de las instituciones y las organizaciones políticas suficientemente
representativas, de asumir la respuesta y de establecer (negociar) su
traducción en medidas concretas para su aplicación.
2.
Una consulta que podría requerir, según
su resultado, una posterior modificación constitucional, pero que no sería un
“referéndum de autodeterminación” que, éste sí, exigiría una previa
modificación constitucional.
3.
Una consulta que podría ir acompañada,
o seguida, de una revisión general del actual modelo de las autonomías en el
Estado español. Todo ello, no se olvide, en el marco del zigzagueante proceso
de unidad europea, con los nuevos significados que introduce en el propio
concepto y realidad de las fronteras políticas, sociales, económicas, …
4.
Una consulta para la que habría que
consensuar la pregunta. El SÍ es unívoco (sí a la independencia, lo que sin
duda requeriría, si triunfara, un proceso constituyente en el que debatir
también la forma de Estado), pero el NO tiene ya dos variantes (a preguntar
“con”, o “después”, de la consulta): 1) el mantenimiento de la actual relación
de autonomía de Catalunya con el Estado, o 2) abrir una negociación para
modificarla.
5.
De la gestión política del 1-O, su
preparación y desarrollo, resulta bastante evidente que, salvo milagros no
esperables, ni Rajoy ni Puigdemont, es decir ni el PP ni “Junts pel SÍ” y sus
socios de la CUP, pueden dirigir el nuevo “procés” que lleve a esta necesaria
(entiendo que imprescindible ahora) consulta. Ello supone echar (con o sin
elecciones generales) al PP del Gobierno de España, y establecer (con o sin
elecciones autonómicas) otro Govern en Catalunya. ¡Necesitamos otros gobiernos,
en España y en Catalunya!
6.
Echar al PP y otro Gobierno en
Catalunya para, también y ya, abordar los demás problemas pendientes,
cuestiones que llevan meses desaparecidas de la atención ciudadana, un triste
“éxito” que pueden también atribuirse los Gobiernos, y sus cortes
parlamentarias, de Rajoy y Puigdemont.
7.
Todo ello supone una evidente
responsabilidad para el PSOE (y, en él, del PSC), pero no menos importante para
“Unidos Podemos” y con ellos de “Catalunya en Comú”, una responsabilidad de
iniciativa y de capacidad de negociación y de acuerdo.
8.
“Por último, pero no menos importante”:
DESDE EL SINDICALISMO habría que volver a jugar un papel “sindical”, con
iniciativas de acción, desde los específicos intereses de la clase trabajadora,
superando en Catalunya la “huelga general política” de estos días[2],
y en España yendo más allá de positivas declaraciones sobre lo que sucede en
nuestra tierra. Y recuperando, todos, la iniciativa ante los graves, comunes y
conjuntos, desafíos relativos a las condiciones de trabajo y de vida de toda la
clase trabajadora española. Acción conjunta para seguir consolidando nuestra
unidad de clase en la medida de que, como se señala en el Manifiesto 21-S (https://manifest21s.com/),
“sólo planteando la respuesta a esta problemática desde los intereses y
reivindicaciones de la clase trabajadora podremos abordar adecuadamente el
necesario proyecto de futuro español de convivencia”.
9.
Y perdonen todos este “atrevimiento”,
pero a veces uno no encuentra (aunque quizás los haya) cauces más colectivos
(indudablemente más eficaces si los hay, y funcionan) para expresar opiniones y
propuestas. Y sobre todo para actuar en consecuencia, para lo que sí son imprescindibles
los cauces colectivos.
[1]
Es una pena, y grave, que algunos que deberían entender lo que está pasando en
Catalunya no lo entiendan, como “EL PAIS”: su editorial de hoy, y bastantes
otros de los últimos tiempos, demuestran una ignorancia, o sectarismo político,
preocupantes más allá de quienes sean sus actuales protagonistas
[2]
De lo que entiendo que acertadamente se desmarcan las Confederaciones estatales
de CCOO y UGT: http://www.ccoo.es/noticia:246232--DECLARACION_DE_LAS_CONFEDERACIONES_SINDICALES_DE_CCOO_Y_UGT_SOBRE_LA_SITUACION_EN_CATALUNYA
No hay comentarios:
Publicar un comentario